Las Mujeres de la Biblia

Colección Cristiana

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Rebeca fue la esposa de Isaac, el hijo del patriarca Abraham y Sara. La Biblia relata que, Abraham ordenó a uno de sus siervos que fuera a otras ciudades a buscar una esposa para su hijo Isaac. Este siervo había orado a Dios para encontrar una buena esposa a Isaac.

Sucedió que, Rebeca salió a buscar agua a un pozo cercano. Estaba allí un hombre sediento que le pidió agua. Ella era fiel creyente en el Dios verdadero; además, trabajadora y generosa. Así, Rebeca no sólo le dio de beber al hombre, también les ofreció agua a sus camellos (Génesis 24:15-20). Este viajero era el siervo de Abraham (Génesis 24:2-4), quien al ver la juventud, belleza y disposición de esta joven supo que Dios le estaba indicando que ella era la esposa apropiada para Isaac (Génesis 24:10-14, 21, 27).

Fue entonces que este siervo le habló a Rebeca sobre su misión y le propuso ser la esposa de Isaac, y ella aceptó (Génesis 24:57-59). Rebeca e Isaac se casaron y tuvieron gemelos: Esaú y Jacob (Génesis 25:23). Dios le reveló a Rebeca que Esaú debía servir a Jacob. Por tanto, cuando Isaac decidió dar la bendición al primogénito, Esaú, Rebeca convenció a Isaac que debía ser Jacob quien recibiera esa bendición, para cumplir la voluntad de Dios Padre (Génesis 27:1-17)

 

Catequesis:

¿Qué aprendimos de Rebeca?

Rebeca fue una fiel creyente en Dios. Una mujer humilde, trabajadora y afable. Esas cualidades fueron esenciales para convertirse en la esposa de Isaac, el hijo del patriarca Abraham. Por su gran fe, buenos sentimientos y amabilidad, Rebeca fue una excelente esposa y madre. El Señor premia a sus buenos hijos. Debemos seguir la conducta de Rebeca, parteindo de su fe, humildad, espontaneidad y generosidad.